Antena 3, Martos, Viernes 30 / 4 / 93
En nuestro ATENEO de hoy… EDUARDO NARANJO: FANTASÍA Y MISTERIO
Escribe nuestro colaborador, Manuel Portillo
En el Centro Cultural de la Villa de Madrid, se está celebrando una magnífica exposición retrospectiva de la obra de Eduardo Naranjo, un artista nacido en Monesterio (Badajoz) en 1944.
Es una espléndida manifestación artística, cuya realidad pictórica dicho Centro se enorgullece en mostrar.
Con muy poca diferencia de tiempo, también podremos ver la obra de Antonio López en el Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), dos grandes artistas del nuevo realismo español, que nos hacen vibrar con su pintura. Un realismo español contemporáneo que aporta los mejores nombres a importantes galerías de renombre internacional, que triunfa en el mundo por derecho propio y que es un absurdo ignorar por estúpidos esnobismos.
En esta exposición de Eduardo Naranjo, podemos ver una intensa labor artística, la cual ha ido forjando en su largo caminar por el mundo del Arte, aunque fue en la década de los setenta cuando impuso su estilo, su particular realismo al margen de las modas. Su obra es un mundo fantástico, onírico y misterioso. Misterio que intenta desvelar y que se esconde en la vida del hombre (sus pasiones y deseos), a través de su subconsciente y la imaginación para dar vida y hacer vibrar las cosas representadas.
Fantasía y realidad, junto a su cromatismo pictórico, conforman un estilo propio, inconfundible, sublimado por su propia perfección técnica. Valores infinitos que la capacidad de Naranjo nos hace concebir como algo enigmático o desconocido, de hecho es el máximo representante del realismo mágico onírico actual, que es donde apoya su estilo.
Ideas, sueños y recuerdos para la realización de un mundo lleno de sensaciones que mantiene el equilibrio entre realidad y sentimiento. Figuras y composiciones que nos invitan a penetrar en su mundo, con un lenguaje expresivo y una creatividad que refleja a unos personajes en los que late el misterio que solo tiene lo auténtico.
El mundo rural también ocupa un lugar en su obra como homenaje a la dignidad oculta del hombre sencillo, curtido por el sufrimiento y el dolor. Lágrimas que se escapan en un grito por la vida, ante la indiferencia de su triste destino.
Asimismo el desnudo, con su fuerte presencia emotiva, está presente. Sensualidad y erotismo para estimular la imaginación y así ennoblecer el eterno acto del Amor.
Presenta, en definitiva, una temática muy amplia, con fuerte personalidad, donde encontramos la muerte y los sueños. Ausencias y presencias en un contraste sutil que el pintor indaga con cierto halo de misterio ante los interrogantes de difícil respuesta que presenta nuestro mundo.
Es en resumen, una obra a tener en cuenta en la pintura contemporánea actual. Realismo importante que merece mucha más consideración y respeto del que se le está dando. Realismo que es una comunicación capaz de expresar con autenticidad la esencia de las cosas o re-descubrir la armonía interna del universo.